La artritis es común pero no se entiende bien. No es una sola enfermedad, sino una forma de referirse al dolor articular oa la enfermedad articular. Hay más de 100 versiones diferentes de la artritis y condiciones relacionadas. Personas de todas las edades sufren de esta enfermedad, y es la principal causa de discapacidad en América. Según la Fundación Arthritis, más de 50 millones de adultos y 300.000 niños tienen algún tipo de artritis. Es más común entre las mujeres y ocurre con mayor frecuencia a medida que la gente envejece.
Los síntomas comunes incluyen hinchazón de las articulaciones, dolor, rigidez y disminución del rango de movimiento. Los síntomas pueden ir y venir o permanecer iguales durante años. Pueden ser leves, moderados o severos, pero pueden progresar o empeorar con el tiempo. La artritis severa puede resultar en dolor crónico y una inhabilidad de hacer actividades diarias. Puede causar cambios permanentes en las articulaciones que pueden ser visibles, como las articulaciones de los dedos, pero a menudo el daño sólo puede verse en una radiografía. Algunos tipos de artritis también afectan el corazón, los ojos, los pulmones, los riñones y la piel, así como las articulaciones.
Yoga es un conjunto de prácticas con orígenes en la India antigua. La palabra yoga proviene de una obra sánscrita que significa "juntar" o "unir". Se centra en la unificación de la mente, el cuerpo y el espíritu, y fomentar una mayor conexión sentimiento entre el individuo y su entorno. Su objetivo principal es ayudar a las personas a lograr el equilibrio. Más allá de esto, el yoga tiene varias metas secundarias, tales como mejorar la salud física y mejorar el bienestar mental y la fuerza emocional.
Además, el yoga está asociado con un aumento de la energía mental, así como sentimientos positivos (como la alerta y el entusiasmo), menos sentimientos negativos (disminución de la excitabilidad, ansiedad, agresividad) y problemas de sueño. En resumen, el yoga se asocia con una amplia gama de beneficios físicos y psicológicos que pueden ser especialmente útiles para las personas que viven con una enfermedad crónica como la artritis.
Al igual que con cualquier actividad física, es importante tomar las precauciones adecuadas, como comprobar para ver que un médico no ha puesto ninguna limitación o restricciones a un paciente con artritis. Si un profesional médico tiene preocupaciones específicas, consígalas por escrito y dé esta información al instructor de yoga. Un profesor calificado del yoga comienza generalmente a principiante con una clase apacible, terapéutica. Es importante que la clase es dirigida por un instructor que puede guiar a uno a través de posturas seguras y saludables.
Use ropa cómoda que permita el movimiento completo del cuerpo. Si es demasiado flojo, el instructor será menos capaz de guiar la alineación adecuada, pero también no debe ser restrictiva. Ropa especialmente diseñada para yoga está disponible, pero innecesario. El yoga se practica tradicionalmente descalzo, aunque puede ser posible usar calcetines al comienzo de la clase, hasta que el cuerpo se caliente. Las esteras se utilizan en la práctica moderna de yoga para proporcionar amortiguación y evitar el deslizamiento. Algunos estudios suministran esteras para uso general.
La regla general para el paciente con artritis es que si duele, pare. El viejo adagio de "sin dolor, sin ganancia" no se aplica al yoga. Al hacer ciertas posturas, los pacientes con artritis deben mantenerlos relativamente pequeños y ser conscientes de no extender el cuello, manteniendo la cabeza en línea con el resto de la columna vertebral. Para aquellos con artritis de la cadera, tenga cuidado al hacer "abridores de cadera" o plantea con extrema rotación externa de las caderas.
En general, habrá dolor si uno va demasiado lejos con una pose, pero a veces los efectos no se sienten hasta el día siguiente. Es importante comenzar despacio y expandir la práctica como dicta el cuerpo.
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